Otra de las preguntas de la prueba de abril que he creído conveniente añadir es esta, ya que me llevó largo tiempo elaborarla y encuentro que es un tema interesante al que no se está prestando la suficiente atención.
El
ser humano, a lo largo de la historia siempre ha utilizado sustancias
que cambiaban su percepción del mundo. Los jóvenes hacen botellón
buscando diversión e integración en el grupo (“búsqueda de un
referente positivo en un entorno propio y compartido con su grupo de
referencia”), debido a la presión que éste ejerce y a la
facilidad que el alcohol da para relacionarse. También se busca
“beber más y más barato”. A esto se suma la imposibilidad entre
los más jóvenes de entrar en pubs y discotecas, y la posibilidad de
“olvidar los problemas”. Las consecuencias del consumo de alcohol
son: aquellas que los jóvenes creen que tiene (suelen ser de poca
importancia); y las que tiene a largo plazo en su salud e impactan en
la sociedad.
Del
primer grupo destacan los efectos inmediatos como la diversión y
sociabilidad, y, en contraposición, un 93,2% admite haber tenido
consecuencias orgánicas graves en alguna ocasión. También se
muestran los efectos al día siguiente: dolor de cabeza, alteración
del apetito, insomnio, etc. Como efecto psicosocial: los conflictos
con familiares o amigos, prácticas de riesgo y despreocupación por
los estudios.
El
alcohol contiene etanol, que en un primer momento ralentiza los
sentidos y el sistema nervioso, afecta a la memoria, coordinación y
capacidad de pensar; y que a largo plazo puede provocar adicción,
dañar órganos y tener consecuencias negativas en la vida social de
la persona y en su entorno. Según un estudio de la Doctora Susan
Tapert los jóvenes que consumen alcohol de forma habitual tenían
menos habilidad para interpretar información visual, menor atención
y memoria y peor calidad en la materia blanca del cerebro.
Las
soluciones son muy variadas, pero sobre todo la educación es la base
de la conducta, y es imprescindible, no solo concienciar a los
jóvenes, sino hacer saber a los padres y profesores que su papel es
fundamental en este problema, y que deben ser comprensivos y
creativos a la hora de ofrecer alternativas. Muchas instituciones,
por su parte, han optado por campañas de concienciación entre las
cuales destacan las del Gobierno de España, como: Hablar
con ellos hoy evitará un mal trago mañana (2012),
que afirma que “la edad de inicio en el consumo de alcohol es a los
13 años, esto no debería ser normal”, El
alcohol te destroza por partida doble (2011).
También llaman la atención las duras e impactantes campañas de la
FAD, La educación lo es todo
(2002),
El primer paso es enseñarle a
vivir (2009),
y los dos especialmente desagradables spots televisivos que mostraban
un adolescente, cada uno, que vomitaba en un caso a su padre y en
otro a su novia, bajo el texto “Cada vez que te emborrachas te
separas de las cosas que más te importan”.
Fuentes
consultadas (10/04/2015):


No hay comentarios:
Publicar un comentario