Las vocaciones personales no siempre están claras, y es la educación la que debe guiar y motivar a aprender. La educación depende de cada contexto y de cada persona, pero no consiste solo en abrir camino a quienes tienen ventajas, sino que además se motive y se descubran las posibilidades a personas con otras circunstancias.
Como hemos visto anteriormente hay tres modelos de aprendizaje y comunicación: bancario, procesual y conductista. Se debe emplear en cada momento un modelo, intentando que el resultado final sea procesual.
(La siguiente parte incluía un texto sobre "Children full of life, que ahora está en otra entrada, tras haber sido incluida el 11/04/2015 una explicación más amplia de estos modelos tomada de la preparación para la prueba realizada en abril)
"Son
tres los modelos de educación-comunicación dados en el aula: modelo
bancario, modelo conductista y modelo procesual. En primer lugar, el
modelo bancario es aquel en el que el objetivo es transmitir, por
medio de un emisor, una serie de datos y conceptos que el receptor ha
de retener intactos. Este tipo de comunicación o aprendizaje tiene
el objetivo de hacer que una serie de mensajes o conocimientos se
introduzcan en la mente de los sujetos. Da importancia a la capacidad
memorística frente a la propia comprensión y aprendizaje. Sus
resultados se resumen en la falta de capacidad crítica de un
receptor pasivo, sin una faceta de reflexión, comprensión y
aprendizaje profundo. El papel del emisor es transmitir un programa
de estudios (aprendizaje), o una serie de datos y mensajes
(comunicación), de manera indiferente, sin tener en cuenta
individualidades. El distanciamiento emisor-receptor es total.
Como
ejemplo práctico de este modelo en comunicación está cualquier
programa de televisión que no conduzca a ningún tipo de reflexión
y imponga datos y teorías que han de ser asimiladas por los
receptores. Y como ejemplo práctico en educación están aquellos
profesores que califican según la fidelidad de lo que el alumno
transmite con lo que anteriormente había sido expuesto por el propio
docente.
En
segundo lugar, el modelo conductista sigue el esquema
estímulo-respuesta, y pretende generar mediante estímulos unas
conductas o comportamientos determinados en el receptor. Este modelo
utiliza los denominados refuerzos positivos o negativos, con los que
se premian o se castigan las conductas llevadas a cabo por los
sujetos. De esta manera cada vez que se otorga un premio se consolida
el comportamiento del individuo hacia un estímulo. Aunque la memoria
ya no tiene la importancia que poseía en el modelo anterior, el
sujeto tampoco es capaz de desarrollar una capacidad crítica, y se
comporta según lo que ha aprendido. Esto hace que a no ser que
aparezcan los estímulos adecuados el individuo no sabe actuar de
forma espontánea. El papel de la motivación en educación o
comunicación es importante, pero personas acostumbradas a recibir
motivación para hacer cosas corren el riesgo de no tomar la
iniciativa por sí mismas. La distancia entre emisor y receptor es
menor, pero sigue siendo relevante. Como ejemplo práctico de este
modelo en comunicación está la publicidad, que mediante estímulos
pretende generar una respuesta de consumo o compra. Las campañas
sociales cuyo objetivo es concienciar y sensibilizar a la población
son otro ejemplo de este tipo. En el caso de la educación se puede
hablar de aquellas asignaturas en los colegios en las que se premia
con puntos, pegatinas, privilegios, etc. a quienes se portan bien o
realizan su trabajo. Mientras que quienes, por distintos motivos que
deberían ser atendidos, no se comportan de esta manera, son
castigados. Este modelo educativo persigue únicamente la obtención
de buenas calificaciones y un comportamiento muy disciplinado en el
aula. Es un modelo que favorece la competitividad.
En
último lugar, el modelo procesual es aquel que da al alumno la
oportunidad de construir su propio conocimiento a partir de una serie
de materiales, dando lugar a la reflexión, la reestructuración de
contenidos y la formación integral de la persona, ya que es un
modelo orientado al trabajo en equipo y a la participación. Los
papeles de emisor y receptor se difuminan, y existe una
retroalimentación entre ambos. En el caso de la educación el
docente es la guía y ayuda al alumno a conocer y medir sus
capacidades e invertir su esfuerzo de forma que logre su crecimiento
como persona. Son importantes las individualidades del alumno, y se
sigue la Teoría de las Inteligencias múltiples de Howard Gardner,
según la cual cada alumno tiene un talento natural para unas
determinadas actividades, y debe ser desarrollado en función de las
propias necesidades de la persona. Ejemplos de esto son las clases en
las que se premia en aprendizaje individual y profundo que no se ha
basado en la memoria, sino en la reflexión y la asimilación de una
serie de mensajes que han sido reelaborados e incorporados a las
estructuras existentes. En el caso de la comunicación, esto se
refleja en aquellos mensajes que dan pie a la reflexión del
individuo, que debe llegar a sus propias conclusiones. Las nuevas
tecnologías permiten aportar la propia interpretación de los
distintos mensajes y compartirla con el resto del mundo y el propio
medio que los emite".
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